25 de abril de 2013

LIBRO DE CINE: LA PIEL QUE HABITO

          Pedro Almodóvar, se ha servido de una novela de Thierry Jonquet “Tarántula",  para darnos miedo con “La piel que habito”.
         Tempranamente desaparecido, Thierry Jonquet (París, 1954-2009) se dio a la literatura para exorcizar el trato que mantenía a diario con la muerte en cuanto trabajador de un geriátrico. Así se inició una prolífica y celebrada carrera en el llamado Neo-Polar galo, por más que en España sus títulos nos hayan llegado con cuentagotas.
          No es ésta la primera ocasión en que Almodóvar, cineasta español reconocido internacionalmente, parte de renglones ajenos para desarrollar su particular caligrafía. Así, en La flor de mi secreto y Carne trémula, Almodóvar se había basado ya en un relato de Dorothy Parker y una novela de Ruth Rendell, respectivamente. Es el 18.º  largometraje de su carrera y ha recibido diversos galardones, como cuatro premios Goya (entre ellos, a la mejor actriz protagonista) y el BAFTA británico a la mejor película extranjera.

          "La piel que habito" nos cuenta una historia espeluznante nos cuenta una historia espeluznabte y realmente impactante, en la que el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvar a su mujer, la cual sufrió quemaduras en todo el cuerpo en un accidente de coche. Doce años después consigue cultivarla en su propio laboratorio, una piel sensible a las caricias, pero una autentica coraza contra todas las agresiones, tanto externas como internas. 

          Además de años de estudio e investigación, Robert necesita una cobaya humana y un cómplice sin ningún escrúpulo. María, la mujer que se ocupo de él desde que nació, es su cómplice mas fiel, nunca le fallara, y respecto a la cobaya humana…
  

         "La piel es la frontera que nos separa de los demás, determina la raza a la que pertenecemos, refleja nuestras raíces, ya sean biológicas o geográficas, muchas veces refleja los estados del alma. Aunque Vera haya cambiado de piel, no ha perdido con ella su identidad. Esta es solo una de tantas perdidas que ponen  a Vera al borde de la muerte; pero ella es una superviviente nata y después de muchas vicisitudes, decide que debe vivir en "la piel que habita", aunque sea una piel impuesta."

                                                                                                                             P. Almodóvar
          

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